"BLUE JASMINE"

Cuando Woody Allen no hace comedia, hace tragedia. Ese es el caso de "Blue Jasmine" donde a lo largo de 98 minutos profundiza como nunca en un personaje, y más que psicoanalizarlo, lo desbroza y le hace la autopsia hasta dejarlo al desnudo mostrando todo su patetismo. "Blue Jasmine" es una auténtica joya de un Allen espléndido y una Cate Blanchett que debería estar ya eligiendo vestido para recoger el Oscar. Es increíble la talla de Allen, un autor, que a veces nos despista por realizar pequeñas comedias ligerísimas donde redunda en sus temas de siempre (sexo, pareja en crisis) o nos sorprende con sus brotes de creatividad desbordante en comedias disparatadas ("Desmontando a Harry" o "La rosa púrpura del Cairo") cuando lo que es en realidad es un magnifico forense del alma.
Es verdad que sus primeras incursiones en el drama fueron poco afortunadas, más bien tediosas y sin enganche ("Interiores"1978,"Septiembre"1997). En otras ocasiones se aproximó al género con obras híbridas siendo "Delitos y faltas"(1989) un muy buen trabajo. Será en 2005 cuando se enfrente de nuevo al drama con dos títulos seguidos de muy buena calidad, y donde el abordaje es frontal, sin un ápice de humor, sin rastro de sus códigos, sin atisbo de ninguno de sus arquetípicos personajes, películas que uno no hubiera reconocido como de Allen. Nos referimos a "El sueño de Casandra" y "Match point", siendo esta última una de las grandes películas de su filmografia. Ahí ya vemos su capacidad de diseccionar personajes sin escrúpulos, en ese caso un Jonathan Rhys-Meyers capaz de todo antes que sacrificar una envidiable posición social recién adquirida gracias a sus habilidades sociales y sobre todo amatorias.
En "Blue Jasmine" el personaje de Cate Blanchett, difícil donde los haya, (además omnipresente en todo el metraje) inicialmente nos engaña con sus incesantes monólogos de desequilibrada, que nos hacen creer que ella es sólo un neurótico más de la repleta colección del realizador. Pero en este caso su neurosis no nos lleva a reir y no pensar más allá, nos lleva  al abismo de la tragedia, al interior de esta mujer frágil y de pocos valores. Un personaje superficial, interesado, preocupado por las apariencias que sin embargo por una vez en su vida se deja llevar por lo que siente  y las consecuencias le salen caras. El resto de personajes que circulan alrededor de Cate Blanchett son próximos al tradicional territorio de Allen, y afortunadamente nos permiten recuperar  la sonrisa y reponernos para seguir entendiendo el personaje de Cate y su pasado.
En "Blue Jasmine" tenemos los grandes temas que de verdad preocupan a Allen. Los polos opuestos, personajes muy cándidos e inseguros con dudas existenciales y personajes sin escrúpulos. La contraposición de las clases: los redneck, como nombran los americanos a la clase obrera, y las clases altas. Y por encima de todo, el indagar en aquellos de baja extracción que consiguen medrar y lo difícil que es para ellos volver a la casilla de salida.
Alabar además de la maravillosa interpretación de Cate, la sutil y perfecta labor de caracterización de su personaje que emana luminosidad y lozanía en sus flasbacks de mujer influyente y adinerada y luce mustia en su época de declive gracias a un fino trabajo de maquillaje y vestuario.
"Blue Jasmine", es más Allen que Allen. Es el fruto de conjugar su lado humorístico con el más profundo, mantener en lo formal su sello de marca pero para sumergirnos en el drama de una mujer, el ser humano favorito de Allen.
Nadie deberia perdérsela.(valoración: 9 sobre 10)


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