"71", FORMIDABLE THRILLER
Impresionante calidad la del primer largo de Yann Demange. La historia se sitúa en 1971 (de ahí el título). Un recluta del ejército británico, Gary Hook (Jack O'Conell), es destinado a Belfast en un momento de máxima virulencia del conflicto de Irlanda del Norte. En la primera salida del pelotón de Hook, el soldado se queda descolgado del grupo, solo, abandonado a su suerte, en un territorio totalmente hóstil.
El realizador hace un gran trabajo en dos áreas muy diferenciadas, por una parte la vertiente de thriller puro con un guión muy bien aquilatado de Gregory Bourke con una sucesión de situaciones de tensión de variados planteamientos, y por otra, el drama político-social de Irlanda en ese momento. Demange, sin intentar tomar ningún partido, consigue capturar el sentimiento de miedo y opresión de vivir en un espacio impregnado de gasolina en el que todos tienen fósforos y donde lo único que no se sabe es en qué momento, ni quien va a encenderlos. Permite entender el intenso odio y rabia que hasta la persona más pacífica y templada va a acabar sintiendo porque al final alguien de su entorno saldrá seriamente damnificado. El realizador intenta que el espectador sienta la misma perplejidad que el soldado Hook, inicialmente incapaz de seguir el entramado de los bandos y las facciones dentro de ellos, una compleja red de constantes traiciones.
Hay muchas escenas destacables, pero me quedaría con dos. Al inicio de la película cuando el ejército en un registro domiciliario tiene que hacer de muro de contención a la población. Aquí el realizador construye a la perfección el malestar creciente, la sensación de que algo va a ir mal, de estar encima de un polvorín. La tensión brutal de los soldados que a pesar de estar en teórica ventaja por estar armados frente a aparentemente indefensos civiles, toman conciencia de su vulnerabilidad. Parece increíble que después de conseguir un punto de clímax tan alto, la película no desfallezca, o sufra un severo declive, sino que tenga en vilo al espectador hasta el final. La otra secuencia especialmente bien dirigida y original es el encuentro del soldado protagonista con un chico de no más de 12 años, peculiar pareja donde resalta la soltura y control de la situación del chaval frente al militar.
Todos los aspectos de la película están muy trabajados. Un casting de gran calidad, encabezado por Jack O'Conell ("Invencible"), y seguido por un nutrido grupo de actores con poco protagonismo individual (Sean Harris, Barry Keoghan, Richard Dormer, etc) pero formando un rico mosaico con perfectos looks gracias a una buena caracterización. La fotografía ligeramente virada a marrón- verde , "luz camuflaje", refuerza lo difícil que es discernir en qué bando juega cada uno, y el sonido, de la mano de David Holmes, realza cada momento del relato.
Intriga, conspiración, un clima plúmbeo y encenegado lleno de trampas. "71" es mucho más que un brillante thriller como podría ser por ejemplo "El caso Bourne". Ésta, es una buena película considerada también fuera de su género. (Valoración: 8 sobre 10)
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