UN DIA PERFECTO: UN ARANOA MENOS ARANOA

              
León de Aranoa se embarca en un proyecto diferente, no tanto por contar con un reparto internacional, como por la forma de abordar la historia. Con guión de Aranoa pero basada en una novela ("Dejarse llover" de Paula Farias), la historia sucede en la guerra del Báltico. Un grupo de cooperantes formado por Mambrú (Benicio del Toro), B (Tim Robbins), Sophie (Melanie Thierry) y un traductor local (Fedja Stukan) debe intervenir en una población intentando sacar un cadáver de un pozo antes de que el agua del mismo se contamine. Aparecen numerosas complicaciones incluidas las burocráticas.

El film es menos incisivo y áspero en su exploración de la realidad que anteriores trabajos del realizador. Uno de los motivos es el gran protagonismo del humor a lo largo de todo el film, humor introducido por el personaje de Tim Robbins. Un personaje rico y sorprendente cuyos diálogos socarrones y sus continuas bromas inicialmente desconciertan, hasta un momento en el que "se le coge el punto al personaje", momento en que se le ama. Ese humor negro es a veces interrupido por situaciones duras pero sin ser tratadas con la carga dramática habitual del realizador, por lo que la sensación final de la película gira más alrededor de la forma irracional y absurda en que se resuelven los problemas durante los conflictos bélicos, que entorno a suscitar una sensación de indignación y frustración. La banda sonora es estridente, ruidosa, cañera, y juega en la misma línea que el humor de Robbins. Son las 2 herramientas que utiliza Aranoa como punto discordante con el escenario de guerra, desamparo y destrucción.
Además el realizador es menos fino definiendo a los personajes (excepto al de Robbins) algo que suele ser una de sus fortalezas. No los presenta tan desnudos y con esa sequedad llena de verdad. Son incluso un poco estereotipados, sobre todo las dos mujeres. La joven, Melanie Thierry que está en su primera misión y Olga Kuylenko con la típica actitud de mujer dura e inflexible que se ajusta al libro de instrucciones. El personaje de Del Toro, un hombre curtido dispuesto a saltarse algunas normas absurdas que les impiden ayudar, (que es para lo que están allí), es atractivo, pero fundamentalmente por el carisma del propio actor.
Todo se mueve en el territorio de la cotidianidad de la vida de estos cooperantes. El que la historia transcurra en un día también enfatiza este punto. Así, se hace más foco en los aspectos políticos y burocráticos que perjudican las labores de los cooperantes, que a la desazón de que existan las guerras. Una película bien hecha, original por el tema y la forma de tratarlo, pero un poco más comercial y menos conmovedora de lo que cabía esperar.  (Valoración: 7 sobre 10).