EL PUENTE DE LOS ESPIAS: UN FILM PARA HANKS
Steven Spielberg dedica su film número 55 a contar un suceso real acaecido durante la Guerra Fría. James Donovan (Tom Hanks), abogado
y socio de una empresa de seguros, es elegido para defender a Rudolf Abel (Mark Rylance), un espía ruso detenido en USA. Su
colaboración con el gobierno no acabará ahí, ya que le piden que negocie un
intercambio entre el espía y un americano apresado en la URSS.
Spielberg vuelve a recrear un momento histórico de relevancia donde
aprovecha para exponer su punto de vista sobre valores fundamentales
como la justicia, la igualdad, temas que le preocupan desde que llegó a
la madurez en su carrera ( El color púrpura, La Lista de Schindler, Lincoln, etc).
La película transcurre en dos bloques, el juicio y la negociación. Spielberg se detiene demasiado en la parte del juicio, probablemente para transmitir cómo se construye una relación de respeto mútuo entre defendido y defensor. Parecería que esa es la historia que quiere contar, sin embargo, desarrolla y da más intensidad a la forma hábil en que se negoció el canje, de forma que es como si la película empezara otra vez, parecen dos historias unidas en vez de una. Con narrativa y estética de cine clásico no se hace larga pese a sus 142 minutos, sin embargo, le falta emoción, sin un actor de la talla de Hanks, sería una película bien hecha pero nada más. La escena final plasma bien la personalidad low profile del protagonista pero ese plano largo que sigue a Amy Ryans acaba de forma extraña.
El reparto está muy cuidado (Alan Alda, Sebastian Koch, Amy Ryan), si bien todo el peso recae en Hanks, prácticamente presente en cada plano. El actor está estupendo en un
personaje hecho a su medida, un hombre ecuánime, que ni dramatiza las derrotas,
ni se embriaga con los éxitos, que hace lo que
cree que hay que hacer sin someterse a la presión de lo que los demás piensen. Mark Rylance en el papel de espía ruso, le da una buena réplica porque crea un personaje con personalidad que aunque secundario en términos de tiempo en pantalla, cobra mucho peso.La película transcurre en dos bloques, el juicio y la negociación. Spielberg se detiene demasiado en la parte del juicio, probablemente para transmitir cómo se construye una relación de respeto mútuo entre defendido y defensor. Parecería que esa es la historia que quiere contar, sin embargo, desarrolla y da más intensidad a la forma hábil en que se negoció el canje, de forma que es como si la película empezara otra vez, parecen dos historias unidas en vez de una. Con narrativa y estética de cine clásico no se hace larga pese a sus 142 minutos, sin embargo, le falta emoción, sin un actor de la talla de Hanks, sería una película bien hecha pero nada más. La escena final plasma bien la personalidad low profile del protagonista pero ese plano largo que sigue a Amy Ryans acaba de forma extraña.
El film no es el mejor producto de Spielberg, y desde luego no parece recomendable a los detractores de Hanks ya que su valor fundamental es contar con él. (Valoración: 6 sobre 10)
La clavaste con este comentario.
ResponderEliminarHola Carlos¡ Te refieres a que la pelicula no es apta para los anti- Hanks? gracias¡
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