LADY MACBETH: SOBRECOGEDORA
William Oldroyd, director de teatro y de varios cortos, dirige su primer largo, una historia basada en la novela del ruso Nikolai Leskov. En el siglo XIX en algún lugar de Inglaterra, Katherine (Florence Pugh) se casa con Alexander Lester (Paul Hilton) por acuerdo familiar. En una ausencia de su marido comienza una relación con Sebastian (Cosmo Jarvis), uno de sus criados.
Lo más sobresaliente de la película es sin duda el aura que rodea a la protagonista excelentemente interpretada por Florenc, y la atmósfera creada por Oldroyd. Un clima de rigidez donde el miedo es la emoción dominante. Un modelo de comportamiento que baja en cascada: los amos y señores dominan con el miedo a sus esposas y criados, los criados varones infligen ese mismo trato a las criadas. Las mujeres estén donde estén se llevan la peor parte. Como contraposición, Katherine no tiene miedo a nada, no deja que nada se interponga en su camino, una determinación que rozará lo patológico. Ese temperamento le da muchísimo atractivo y magnetismo a este complejo y rico personaje, pasional a veces frío y calculador otras. La jovencísima Florence Pugh lo interpreta de forma asombrosa siendo capaz de mostrar la gran evolución del personaje a lo largo del film.
El clima conseguido se apuntala en el "menos es más", en el criterio del director de hacer que la austeridad no se decodifique como escasez de recursos sino como precisión sobre lo que se quiere contar. Pocos elementos trabajando en la misma dirección: un casting perfecto, decorados sobrios, un vestuario con peso. Cada detalle está estudiado a fondo. La severidad gratuita que reina en la casa se resume muy gráficamente en una escena que se repite, la criada negra ajustando el corsé a su ama, tirando sin compasión. Los cambios en la tez de Katherine: apagada casi enfermiza al comienzo cuando está enclaustrada, luego más luminosa y lozana cuando comienza la relación con su amante, y al final más adulta y sombría.
El desenlace es discutible (por poco creible), un final que director y guionista cambiaron con respecto a la novela, quizás dejándose llevar por la admiración que sienten por la protagonista. Pero en cualquier caso el film es más que recomendable. (Valoración: 8 sobre 10).
Lo más sobresaliente de la película es sin duda el aura que rodea a la protagonista excelentemente interpretada por Florenc, y la atmósfera creada por Oldroyd. Un clima de rigidez donde el miedo es la emoción dominante. Un modelo de comportamiento que baja en cascada: los amos y señores dominan con el miedo a sus esposas y criados, los criados varones infligen ese mismo trato a las criadas. Las mujeres estén donde estén se llevan la peor parte. Como contraposición, Katherine no tiene miedo a nada, no deja que nada se interponga en su camino, una determinación que rozará lo patológico. Ese temperamento le da muchísimo atractivo y magnetismo a este complejo y rico personaje, pasional a veces frío y calculador otras. La jovencísima Florence Pugh lo interpreta de forma asombrosa siendo capaz de mostrar la gran evolución del personaje a lo largo del film.
El clima conseguido se apuntala en el "menos es más", en el criterio del director de hacer que la austeridad no se decodifique como escasez de recursos sino como precisión sobre lo que se quiere contar. Pocos elementos trabajando en la misma dirección: un casting perfecto, decorados sobrios, un vestuario con peso. Cada detalle está estudiado a fondo. La severidad gratuita que reina en la casa se resume muy gráficamente en una escena que se repite, la criada negra ajustando el corsé a su ama, tirando sin compasión. Los cambios en la tez de Katherine: apagada casi enfermiza al comienzo cuando está enclaustrada, luego más luminosa y lozana cuando comienza la relación con su amante, y al final más adulta y sombría.
El desenlace es discutible (por poco creible), un final que director y guionista cambiaron con respecto a la novela, quizás dejándose llevar por la admiración que sienten por la protagonista. Pero en cualquier caso el film es más que recomendable. (Valoración: 8 sobre 10).
Buena reseña, pero esta historia se queda en nada sin ese final que falta. Es como si se lo quitáramos a "Duelo al sol".
ResponderEliminarEn cualquier caso,sabes o deberías de saber que para mí también es un honor el poder discrepar contigo.
Saludos.
Gracias Javier¡ Yo perdono ese final poco creible porque me encanta como esta rodada y lo bien que usa cada elemento a favor de contar la historia.
EliminarNo me parece tan descabellado el final en una sociedad tan clasista donde lo más importante es el honor de la familia. Es lo que salvaguardan. Y la dejan sola frente a su desesperación, pues ha perdido lo que más quería y tiene que vivir con ello. La escena final lo dice todo: sentada en su sofá, está despeinada y ya no está ni tan erguida ni tan segura de si.
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