KURSK: MUCHA SOLIDEZ
Thomas Vinterberg (“Lejos del mundanal ruido”) dirige esta película sobre el accidente del submarino K141 Kursk que tuvo lugar en Rusia en 2000 en el que perecieron 118 tripulantes.
El guion está bien construido ficcionando lo que pudo suceder dentro del submarino con los 23 hombres que sobrevivieron durante unas horas a las dos explosiones que hicieron naufragar la nave.
Vinterberg declara su interés por contar historias sobre las dinámicas de familia y otros tipos de grupo, ya lo vimos en la estupenda "La caza". Efectivamente maneja muy bien la psicología de los personajes y como interactúan. El director selecciona un buen reparto con excelentes secundarios (Colin Firth, Max Von Sydow), eligiendo como protagonista al carismático Matthias Schoenaers ("De óxido y huesos") en el rol de militar, un personaje que le va como anillo al dedo. Un hombre fuerte, siempre en control de la situación, con mucho liderazgo pero al mismo tiempo cálido y protector. El director consigue rápidamente que empaticemos con él. En solo un par de escenas conocemos los fuertes vínculos que le unen a su mujer Tanya (Lea Seydoux) y su hijo, y a su tripulación. Integridad y camaradería marcan la relación con sus compañeros y amigos marinos. Este inicio que nos hace simpatizar con los personajes hace que el accidente tenga consternado al espectador desde el primer momento.
El guion está bien construido ficcionando lo que pudo suceder dentro del submarino con los 23 hombres que sobrevivieron durante unas horas a las dos explosiones que hicieron naufragar la nave.
Vinterberg declara su interés por contar historias sobre las dinámicas de familia y otros tipos de grupo, ya lo vimos en la estupenda "La caza". Efectivamente maneja muy bien la psicología de los personajes y como interactúan. El director selecciona un buen reparto con excelentes secundarios (Colin Firth, Max Von Sydow), eligiendo como protagonista al carismático Matthias Schoenaers ("De óxido y huesos") en el rol de militar, un personaje que le va como anillo al dedo. Un hombre fuerte, siempre en control de la situación, con mucho liderazgo pero al mismo tiempo cálido y protector. El director consigue rápidamente que empaticemos con él. En solo un par de escenas conocemos los fuertes vínculos que le unen a su mujer Tanya (Lea Seydoux) y su hijo, y a su tripulación. Integridad y camaradería marcan la relación con sus compañeros y amigos marinos. Este inicio que nos hace simpatizar con los personajes hace que el accidente tenga consternado al espectador desde el primer momento.
La película tenía además un difícil reto de producción muy bien superado. Abordar el rodaje dentro del submarino, un espacio claustrofóbico donde se desencadenan escenas de acción y también momentos muy dramáticos a nivel emocional. Están muy bien equilibradas las dos acciones paralelas: lo que ocurre dentro del mar, las reacciones y curva emocional de los marinos “condenados” en el submarino y cómo viven la desgracia las familias en el exterior. El hijo del protagonista, que es como un observador de todo lo que sucede, tendrá un papel significativo al final.
Un interesante documento de los porqués de la toma de decisión de los gobernantes rusos del momento, donde queda patente que muy por encima de las personas estaban los secretos militares y sobre todo la soberbia de no aceptar hasta demasiado tarde la ayuda externa. Tristísimo. (Valoración: 8 sobre 10).
Un interesante documento de los porqués de la toma de decisión de los gobernantes rusos del momento, donde queda patente que muy por encima de las personas estaban los secretos militares y sobre todo la soberbia de no aceptar hasta demasiado tarde la ayuda externa. Tristísimo. (Valoración: 8 sobre 10).
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