LA PROFESORA DE PARVULARIO: UNA JOYA
La directora Sara Colangelo escribe el guión y dirige un remake de la película del mismo nombre de Navad Lapid. Lisa (Maggie Gyllenhaal) es una mujer de cuarenta y tantos años que trabaja de profesora en una guardería. Descubre que uno de los niños de clase tiene un asombroso don para la poesía.
La simbiosis de un guión muy potente con una manera de afrontarlo tan sensible e inteligente como la de Colangelo nos transporta a una historia donde encontramos muchísimas reflexiones sobre lo que se valora en la sociedad en que vivimos, el papel del arte en el mismo, y sobre todo profundiza en la protagonista, su estado de ánimo, lo que esperaba de su vida... Maggie Gyllenhall ("Corazón rebelde") hace una interpretación maravillosa y utiliza cada parte de su cuerpo para transmitirnos cómo se siente, qué le falta. Ya desde la escena que abre la película su forma de preparar la clase, de subir las persianas y ordenar los puestos nos indica muchísimas cosas sobre su momento vital. La historia cuenta ese arco del personaje, la evolución de Lisa, una maestra con frustraciones en diferentes ámbitos de su vida, que deposita desesperadamente toda su energía y atención a dar visibilidad al talento de su pequeño alumno. El tempo de la película nos ayuda a entrar en situación, a vivir pegados a Lisa y a tener desde el principio esa sensación de que esta no es una historia cotidiana de una persona ordinaria, es una historia de introspección, de penetrar en lo más profundo de las entrañas de alguien que valora el arte y que lo necesita para vivir, porque lo disfruta, porque da sentido a su vida. El registro del film muta, nos llena poco a poco de incertidumbre, no sabemos que desenlace tendrá, pero intuimos que será algo que nos va a remover.
La simbiosis de un guión muy potente con una manera de afrontarlo tan sensible e inteligente como la de Colangelo nos transporta a una historia donde encontramos muchísimas reflexiones sobre lo que se valora en la sociedad en que vivimos, el papel del arte en el mismo, y sobre todo profundiza en la protagonista, su estado de ánimo, lo que esperaba de su vida... Maggie Gyllenhall ("Corazón rebelde") hace una interpretación maravillosa y utiliza cada parte de su cuerpo para transmitirnos cómo se siente, qué le falta. Ya desde la escena que abre la película su forma de preparar la clase, de subir las persianas y ordenar los puestos nos indica muchísimas cosas sobre su momento vital. La historia cuenta ese arco del personaje, la evolución de Lisa, una maestra con frustraciones en diferentes ámbitos de su vida, que deposita desesperadamente toda su energía y atención a dar visibilidad al talento de su pequeño alumno. El tempo de la película nos ayuda a entrar en situación, a vivir pegados a Lisa y a tener desde el principio esa sensación de que esta no es una historia cotidiana de una persona ordinaria, es una historia de introspección, de penetrar en lo más profundo de las entrañas de alguien que valora el arte y que lo necesita para vivir, porque lo disfruta, porque da sentido a su vida. El registro del film muta, nos llena poco a poco de incertidumbre, no sabemos que desenlace tendrá, pero intuimos que será algo que nos va a remover.
Una historia muy bien dirigida, preciosa, llena de desazón. Con un personaje protagonista muy bien construido, muy rico, al que la fantástica Maggie llena de cicatrices, de heridas. Una película que por alguna razón poco entendible está en muy pocas salas. (Valoración: 8.5 sobre 10).
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